¿Te gusta jugar videojuegos? Pues resulta que no solo es divertido, también es bueno para tu mente. Aunque a muchos no les sorprenda que jugar es bueno para la salud mental, la cosa cambia cuando hablamos de videojuegos. Durante años, se ha dicho que los videojuegos causan violencia, adicción y aislamiento. Pero estas ideas son más mitos que hechos, ya que no se basan en investigaciones científicas sólidas.
Desde la pandemia, cuando todos estábamos encerrados en casa y los videojuegos se convirtieron en una gran distracción, los científicos empezaron a investigar más sobre sus efectos. Y las noticias son buenas: un estudio publicado en la revista científica Nature Human Behaviour encontró que los videojuegos pueden mejorar tu bienestar mental, reducir el estrés y hacerte sentir más feliz. Este estudio es importante porque se hizo con un montón de datos, usando encuestas y técnicas avanzadas para asegurarse de que los resultados fueran correctos.
Hiroyuki Egami, un científico japonés, explicó que gracias a su estudio pudieron comprobar que jugar videojuegos tiene un impacto positivo en la salud mental. Descubrieron que tener una consola de videojuegos como la PlayStation 5 o la Nintendo Switch durante la pandemia ayudó a las personas a sentirse mejor. Jugar regularmente también mostró beneficios para la salud mental, especialmente durante las primeras tres horas de juego. Después de eso, los efectos positivos empezaban a disminuir, pero nunca encontraron efectos negativos.
El estudio también analizó cómo diferentes consolas afectan a distintas personas. Por ejemplo, la Nintendo Switch resultó ser mejor para adolescentes y mujeres, mientras que la PlayStation 5 funcionaba mejor para jóvenes profesionales y adultos sin hijos. Aunque no pudieron investigar cómo juegos específicos afectaban a los jugadores, creen que los videojuegos tienen el potencial de ser algo positivo, incluso si algunos piensan lo contrario.
Hoy en día, los científicos están cambiando su opinión sobre los videojuegos. Hace 20 años, muchos pensaban que los videojuegos eran peligrosos y causaban violencia. Pero investigaciones recientes han demostrado que esto no es cierto. Por ejemplo, un estudio comparó a personas que jugaban a Grand Theft Auto V (un juego conocido por su violencia) con las que jugaban a Sims 3 (un simulador social), y no encontraron diferencias significativas en sus reacciones ante situaciones de la vida real.
También se ha hablado mucho de la adicción a los videojuegos. Algunos estudios antiguos sugerían que los videojuegos aumentaban la dopamina (una sustancia química del cerebro relacionada con la felicidad) y que esto podía llevar a la adicción, pero estudios recientes han demostrado que esto no es tan sencillo. De hecho, el aumento de dopamina que causan los videojuegos es similar al que experimentas al comer o tener sexo, lo cual es normal y no necesariamente adictivo.
Aunque la Organización Mundial de la Salud reconoce la adicción a los videojuegos como un trastorno mental, esto solo afecta a una pequeña minoría de jugadores. La mayoría de las personas que juegan lo hacen de manera saludable y sin problemas. Es importante que los padres estén atentos a lo que juegan sus hijos, pero en general, los videojuegos pueden ser una forma divertida y segura de disfrutar.
Jugar es una parte esencial de la vida, especialmente para los niños, que aprenden y se desarrollan a través del juego. Y para los adultos, jugar (incluso videojuegos) es crucial para el bienestar mental. Así que no te sientas mal por pasar tiempo jugando: la ciencia dice que es bueno para ti. Según Egami, es importante cerrar la brecha entre lo que la gente piensa sobre los videojuegos y lo que realmente muestran las investigaciones. Los videojuegos no son malos, y es hora de que todos lo entendamos.
