Imagina que suena tu teléfono y al contestar, escuchas a un familiar muy angustiado pidiendo dinero urgente. La situación parece real y te sientes presionado a ayudar, pero en realidad, es una estafa. Esto se llama vishing, y es una nueva forma de engaño que está siendo difícil de detectar.
El vishing combina la palabra «voz» (voice) y «phishing» (que es cuando te intentan engañar para que compartas información personal). Usando inteligencia artificial, los estafadores pueden crear una voz que suena exactamente como la de un ser querido, como tu papá, mamá o primo. Primero, estos estafadores recopilan información sobre ti y tus relaciones a través de redes sociales o incluso robando datos de WhatsApp. Luego, usan esa información para imitar la voz de alguien cercano a ti y te llaman pidiendo dinero o datos personales, como el número de tu tarjeta de crédito.
El truco es que la voz suena tan real que es fácil caer en la trampa. Para evitar esto, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recomienda estar siempre alerta. Si recibes una llamada sospechosa, lo mejor es colgar y llamar directamente a la persona en cuestión usando un número que ya conoces. Nunca compartas información personal o bancaria por teléfono si no estás completamente seguro de quién te está llamando.
Además, si te pasa algo así, bloquea el número y avisa a tus contactos para que también estén alerta. Recuerda que las instituciones bancarias nunca te pedirán tus contraseñas o datos personales por teléfono, email o SMS. Mantén la calma, verifica la información y no te dejes engañar.
En resumen, el vishing es peligroso porque suena como si realmente fuera tu familiar en apuros. La clave para protegerte es pensar con calma, no responder a números sospechosos y siempre confirmar las historias que te cuenten antes de hacer algo apresurado.
