El 3 de junio se cumplieron 18 años desde que el anime de One Piece nos rompió el corazón con uno de los momentos más tristes de toda la serie: la despedida del Going Merry. Fue en el episodio 312, emitido en 2007, cuando los Sombrero de Paja tuvieron que decir adiós al barco que los acompañó en tantas aventuras.
«Lo siento. Querría haber ido a más aventuras». Con esas palabras, el Merry se despidió de su tripulación. Aunque era solo una carabela, no era un barco cualquiera. Tenía alma, algo que el propio creador de la historia, Eiichiro Oda, nos confirmó en el manga. El Merry era un amigo más del grupo.
Junto a él volaron por los cielos en Skypiea, enfrentaron reyes marinos y cruzaron el temido Grand Line. Pero todas esas hazañas terminaron siendo demasiado para el pequeño barco que Kaya les había regalado. Su estructura ya no aguantaba más, y Luffy, con el corazón roto, tomó la difícil decisión de darle un funeral vikingo para que no descansara en soledad en el fondo del mar.
Fue una escena que hizo llorar a muchos fans. Mientras el fuego consumía lentamente al Merry, comenzó a nevar, como si hasta el cielo llorara con ellos. Todos los miembros de la banda, en silencio, observaron cómo se despedía su querido barco.
Como homenaje, Franky construyó más tarde el Thousand Sunny, un nuevo y poderoso barco. Pero también creó un pequeño bote a vapor al que llamó Mini Merry 2, en honor al primero. Usopp, muy unido al Merry desde el principio, llegó a decir que era su reencarnación.
Han pasado 18 años desde ese capítulo, pero el recuerdo del Going Merry sigue vivo en el corazón de los fans de One Piece. Porque no era solo un barco: era un nakama más.
